viernes, 17 de enero de 2014

No hay que subestimar al Core i3.

No hay que subestimar al Core i3.



Antes de continuar quiero aclarar algo y es que esta recomendación es para usuarios que no requieren de procesamiento extremo o profesional y un presupuesto limitado.

Por mucho tiempo, desde las épocas posteriores al magnífico y costoso Pentium, Intel comenzó a segmentar sus procesadores debido a la competencia que comenzó a tener con AMD y Ciryx que aprovecharon un segmento que no estaba explotado: buenos procesadores, quizás no tan rápidos como los Pentium pero a un precio mucho menor. Ni lerdo ni perezoso cuando nació el Pentium 2 también llegó con un hermano menor, sin Caché L2, que se arrastraba como una babosa pero que costaba como los procesadores de la competencia: el viejo y querido Intel Celeron. Allí comenzó una guerra en la cual el líder jugaba a 2 puntas y con el tiempo el segmento value se puso interesante hasta para Intel, con algunas generaciones de procesadores muy buenos y baratos.

Pero luego, en la tercera generación del Pentium, aquella pequeña compañía que hacía procesadores para competir en el segmento más económico hizo bien la tarea y comenzó a pelear en el segmento high end. AMD lanzó su línea Athlon lo que llevó a que los consumidores, a comienzos de este siglo, presenciemos una de las mejores rivalidades en el mercado de los procesadores que llevó a Intel a “jugarla de perdedor” por muchos años. Pero como billetera mata galán y Intel la tiene del tamaño de un Tanque Sherman fue cuestión de tiempo y de inversión en R&D para que vuelva a ser líder, gracias a la sensacional tecnología “Core” con sus mayores exponente, por aquel entonces, Core 2 Duo.

Luego de eso Intel volvería a cambiar un poquito la nomenclatura de sus procesadores, dejaría la línea Pentium para nombrar a los “nuevos Celeron” y a los procesadores más grandecitos los llamó Core i7, Core i5 y Core i3, de mayor a menor respectivamente.

La verdad es que por lo menos en mi caso fui de recomendar equipos basados en Core i5 para los más exigentes, en Core i7 para aquellos profesionales o gamers extremos (no fueron muchas por el tipo de cambio que tenemos en el país) y en soluciones AMD para aquellos que no “llegaban”.

La verdad es que nunca pensé en equipos con Core i3 y ahora me doy cuenta que fue una tontería. Aunque por otro lado y en mi defensa, no me dedico a reparar o vender equipos por lo que mi opinión se basaba en el equipo que poseo o que he visto pero como siempre digo, “la ignorancia no mata pero tampoco salva”.

(Intel Core i3 4130, un pequeño, gran procesador)



El asunto es que uno, como en todo aspecto de la vida, se va volviendo un animal de costumbre, además de esto la verdad es que las primeras generaciones de Core i3 no estaban tan lejos de la gama media de AMD (incluso varias veces AMD tenía mejor performance por US$) pero en estos últimos años las cosas se fueron poniendo mejor aún para Intel y peores para AMD, con lo cual podemos decir que hasta un i3 es un excelente procesador para la mayoría de los usuarios y las actividades, e incluso para jugar, claro está acompañado de una tarjeta grafica decente.

Como ejemplo puedo colocar que la siguiente configuración me sorprendió gratamente su performance, un Core i3 4130, como procesador, una Geforce 650TI Boost y 4 GB de RAM. Es un equipo excelente por el precio, con un consumo muy bajo, ideal para el usuario promedio que no dispone de tanto dinero para invertir en una PC ya que como he comentado antes, si quieres una PC de alto rendimiento, ya debes considerar invertir en una fuente de poder de alto rendimiento, así como memorias y disco duros, lo que incrementa el costo significativamente así es que si vas a una tienda de computación y te recomiendan una PC que cuesta lo que un divorcio, con procesador Core i5 o i7, ten presente que una con Core i3 costando mucho menos, puede servirte de igual manera.

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