martes, 15 de octubre de 2013

Las redes sociales se han convertido en una amenaza para la seguridad de las empresas.

Las redes sociales se han convertido en una amenaza para la seguridad de las empresas.
 
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Los cibercriminales están intensificando el uso de las redes sociales como eficaces propagadores malware, a través de enlaces posteados.

Las redes sociales pueden ser, al mismo tiempo, una bendición y una maldición para las empresas
Por  un lado, constituyen una plataforma perfecta para mantener una comunicación fluida y liberada de corsés corporativos con audiencias masivas y muy variopintas. Por otro, pueden convertirse en un problema serio y afectar a la productividad de la empresa, especialmente si se convierten en un pasatiempo habitual de los empleados.
Pero el riesgo de las redes sociales va mucho más allá pues constituyen una plataforma ideal para la propagación de malware.
Y el riesgo para las empresas es particularmente alto si el software malicioso se introduce en la red corporativa como resultado del uso inapropiado que cualquier empleado pueda hacer desde su puesto de trabajo.
De hecho, en un  estudio reciente, en el que han participado más de 15,500 internautas de 11 países diferentes, hemos comprobado cómo nuestro comportamiento en las redes sociales entrañaba muchas posibilidades de convertirnos en víctimas de los cibercriminales.

Una puerta abierta a los cibercriminales

Los cibercriminales están intensificando el uso de las redes sociales como eficaces propagadores malware y una de las estafas más populares es su distribución masiva a través de enlaces posteados en las plataformas sociales, de forma que un link que supuestamente nos conduce a algún video escandaloso o de actualidad desemboca finalmente en alguna página infectada.
Además, el riesgo de descargar malware es realmente alto si consideramos que uno de cada cinco internautas hace clic sobre estos enlaces y no distingue si proceden de sus contactos, de algún sitio conocido o bien son totalmente anónimos o sospechosos.
Y para que la estafa pase totalmente desapercibida incluso para los internautas más precavidos, los enlaces están a menudo tan abreviados y camuflados por acortadores de URLS que no son fácilmente reconocibles y ofrecen muy pocas pistas sobre el peligro inherente que entrañan.
Hacer clic en este tipo de enlaces puede llevarnos a websites infectados capaces de robar nuestros datos personales, lo que puede ser especialmente grave si formamos parte de una red corporativa y tener consecuencias fatales para cualquier empresa, o transformarnos en aspersores de malware dirigidos contra nuestra red de amigos y contactos sin, por supuesto, ser consciente de ello.

¿Qué podemos hacer? Sigue estos tips

1.- Las soluciones de seguridad que incluyen algún tipo de filtro web deberían ser obligatorias para cualquier usuario.
En cuanto a las empresas se refiere, lo más recomendable es el uso de soluciones de seguridad integrales que permitan el cumplimiento de las políticas de seguridad establecidas por cada compañía.
2.- Incluir en todos los casos, componentes de seguridad habituales como protección antivirus, filtro web, cortafuegos o antispam.
3.- No hacer nunca clic en un enlace desconocido. Como hemos comentado anteriormente, las consecuencias pueden resultar fatales.
4.- Las soluciones de seguridad integral tienen que limitar el uso no deseado de memorias USB, la instalación aleatoria de programas o la navegación descontrolada de los empleados en el puesto de trabajo.
Entre las ventajas para la empresa están su adherencia a la legalidad vigente, la limitación de puntos de ataque y, como consecuencia añadida, un notable incremento de la productividad.
 
 

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