martes, 6 de noviembre de 2012

Las expectativas de los usuarios con respecto al malware y el software antivirus.


Las expectativas de los usuarios con respecto al malware y el software antivirus.
 
 
Con frecuencia escucho a personas quejarse que le han hackeado una cuenta de correo, red social o hasta de su banco, que su PC esta lenta y piensa que es un virus, que se le ha borrado información sin razón aparente y pare de contar. El asunto es que todos comentan que tienen un antivirus instalado y que ¿como es posible que les pasara eso?.
 
Pues bien, el asunto es complicado y sencillo a la vez de explicar:
 
¿Crisis antivirus?

Los antivirus comenzaron (y siguen) usando tecnología de firmas. Mejoraron con la heurística, que se demostró insuficiente. Incorporaron incluso análisis de comportamiento y además, reconocimiento en la nube con millones de ficheros en listas blancas y negras de reputación en tiempo real.
 
¿El resultado?
 
Los estudios afirman que una de cada tres PC en el mundo, está infectada con algún tipo de malware sin que el usuario lo sepa aunque el 95% de los PC tienen antivirus instalados
 
. Estas estadísticas no son muy alentadoras,pero los antivirus no están en crisis.

Las expectativas 
La pregunta de los usuarios es normal. Me han vendido un producto que no ha cumplido su función, por tanto, en su lógica, el producto es el culpable. Y efectivamente, el antivirus ha fallado... pero el problema reside realmente en las expectativas. Cuando se adquiere un producto, se
espera que cumpla la función que promete y se crean por tanto unas expectativas que, una vez incumplidas, se sienten como deudas. Pero quizás nosotros mismos (ayudados, eso sí, por la publicidad y nuestra interiorización de sus mensajes) hemos generado esas expectativas exageradas.

Depende de en qué plano nos movamos, estamos más expuestos a generar expectativas increíbles. Si bien no esperamos que al comprar determinada marca de desodorante, chicas espectaculares caigan a nuestros pies por el simple hecho de oler mejor y que un anuncio lo asegure, en el plano de la tecnología el usuario es más vulnerable en este aspecto: si la publicidad del antivirus dice que me protege, espero protección. Protección total, y no a medias. Pero la realidad es diferente. Como he mencionado en otra ocasión, el antivirus es un chaleco antibalas... pero hoy en día, los atacantes han aprendido tanto a disparar a la cabeza, como a atravesar el material del que están hechos. Si un coche cae por un barranco, explota y se consume en llamas, ningún testigo gritaría ante el cuerpo calcinado del conductor: "¡¿Pero si usaba un cinturón de seguridad, cómo ha podido ocurrir!?".

Un cambio en las expectativas 
Más que culpar a un producto, se debe generar un cambio de expectativas en el usuario medio. Los atacantes llevan ventaja. Desde (¿y para?) siempre. Actualmente, la fórmula por la que crean archivos únicos que solo funcionan en el equipo de la víctima, (cifrados exclusivamente para ese ordenador con criptografía simétrica basada en parámetros únicos del sistema), dificulta muchísimo tanto su detección, como la extrapolación a ningún tipo de lista para compartirla con otros usuarios. También complica el análisis, así que es más complejo crear una firma y que se detecten muestras similares. Para colmo, otros problemas más prosaicos como la escasez de personal en los laboratorios en épocas de crisis, ralentizan las investigaciones antivirus. Y aunque todo esto se solucionara, los atacantes seguirán con ventaja. Afrontémoslo.

El usuario debe aprender entonces a esperar lo que de verdad puede conseguir de cada tecnología. El corrector ortográfico de Word no se hace llamar "antierrores ortográficos", ni nos convierte automáticamente en un académico de la lengua. Solo nos ayuda a detectar fallos comunes. Para escribir bien y que no se cuelen errores en nuestros párrafos, es necesario usar otras "herramientas": entender la gramática y mejorarla con la lectura de calidad. Jamás se inventará el corrector que consiga eso por nosotros. Probablemente, el antivirus debería llamarse "detector (de algunos tipos) de malware" para reforzar la idea de que es necesaria otro tipo de protección adicional y rebajar las expectativas en este campo... pero probablemente los de marketing no estarían muy de acuerdo.

¿Y qué tipo de protección adicional es necesaria? 
Desde luego, superar el binomio clásico "antivirus y cortafuegos entrante" tan incompleto y obsoleto. Una buena medida es conocer y activar las opciones de seguridad de Windows, y otra muy interesante que ha aparecido últimamente, son los programas antiexploits. No me refiero a la detección de exploits que también intentan los antivirus (con éxito relativo, como ocurre con la detección de malware). Este tipo de software se preocupa del malware en otro plano: detectan las técnicas de intentos de explotación de vulnerabilidades que hacen que se instale el malware, no del malware en sí (para eso estaría el antivirus). Y dan buenos resultados. EMET, la herramienta de Microsoft es una buena prueba de ello, y personalmente estoy seguro de que acabará integrada de serie en futuras ediciones de Windows. ExploitShield es otro gran programa aparecido recientemente. Intenta impedir que los exploits lleguen a ejecutar código, basado en su comportamiento esencial. Es muy efectivo.

Para hacernos una idea de que este es un problema que hay que atajar, de ese 50% de sistemas infectados del que hemos hablado, sí, un 95% usa antivirus... pero solo un 60% suele tener actualizados todos sus programas...

Por supuesto, si se popularizan los programas antiexploit, no serán la solución definitiva y tendrán que evolucionar... Pero parecen un buen camino, hoy. Desprendámonos de consejos obsoletos. Actualmente, los exploits y las vulnerabilidades en software no actualizado representan
una buena parte del problema.
 
No seamos víctimas de nuestras propias expectativas. 
 

1 comentario:

  1. yo utilizo el antivirus de kaspersky. Por si interesa: http://www.kaspersky.com/sp/

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